martes, 28 de diciembre de 2010

Tiritar.

Tiemblas, tiemblas de una manera increíble. ¿Por qué? Porque está ahí, lo has echado tanto de menos y lo tienes por fin ahí. Abrazo a mi amiga, y todo lo que me está diciendo no lo escucho, solo le puedo ver a él. Estoy temblando me estoy dando cuenta. Le miro, veo que me mira y quita la mirada, "ha pasado de mi, otra vez" pienso. De repente regreso y hablo con mi amiga tiritando, nosé si se habrá dado cuenta. Se va, quiero volverle a ver lo necesito y pasa la tarde sin verle. Pasan cosas, todo se complica más y más y las ganas de llorar aumentan. Me recogen, y mis ojos se ponen llorosos. "No debo llorar, no ahora" no para de repetirse en mi cabeza, es inevitable y más de una lágrima sale pero intento aguantarmelas todas. Llego a mi casa, corro a mi cuarto, cierro la puerta, me miro al espejo y me siento. "Ya está, otro día echado a perder" y.. de repente rompo en un mar de lágrimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario