viernes, 10 de diciembre de 2010

Hoy, es un nuevo día para empezar de cero. Me levanto, son las diez, sábado. Miro por la ventana, "demasiados pájaros molestando." Me levanto, me miro al espejo y sonrío. Voy a la cocina a desayunar. Cojo un poquito de esto y de aquello y desayuno mirando por la ventana. Vuelvo al espejo, me quito el moño y me ducho. Termino, me visto poniendome lo primero que pillo, me echo un poco de rimel, cogo la cámara y me voy. Voy caminando, mirando arriba, al cielo azul que parece que se abre solo para mi. Cruzo una calle, está ahí. "¿Pero qué..?" Decido esquivarlo y voy por otra calle. Escucho pasos, me giro y veo que me mira, sonríe y me saluda con la mano. Tiene cara de indeciso, parece que no hace lo que está haciendo, "después de lo de ayer, pero ¿qué hace saludándome?, no lo entiendo." Decido pararme, llega al lado mía y me da dos besos. "Hola..", "hola.. ¿qué haces aquí?", "pues he ido a casa de mi tía, y he ido a darme una vuelta y..", "ah, vale!". De repente el silencio más largo de mi vida pasa, y no sé qué decir, qué hacer ni nada, porque sé que lo estropearía todo. Decido despedirme y decirle que tengo prisa, contándole la única mentira que le he contado en toda mi vida. Voy caminando, diciéndome ami misma que no mire atrás, que será peor. Y poco a poco, caminando alterada llego al bosque. De repente, me paro y un silencio me rodea. Todo es precioso, todo esto me calma, ya no siento nada, pero nada. Ahora pienso que.. estoy viviendo por vivir. Empiezo a hacer fotos a cada pequeña flor que veo, a cada rayo de sol que atraviesa una hoja, a cada pájaro que veo que ahora me resulta maravilloso. Todo es precioso. Son las una, "será mejor que vuelva". De camino, decido mirar el móvil. Tengo un mensaje, es suyo: lo siento, sé que tampoco es que tengas culpa de nada y siento haberme comportado así, sé que soy tonto.. ¡Mierda!, pienso. No tengo saldo, no puedo responderle. Llego a mi casa, no lo he visto y eso que he pasado por donde estaba antes. No tengo ningún mensaje suyo en fb ni nada, no sé qué hacer.. La tristeza vuelve a llamar, pero.. de repente, la ganas de vivir por vivir aparecen y la tristeza desaparece.. Es una nueva etapa, es un adiós definitivo. Gracias.

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